Ecuaciones incorrectas:
Participación = democracia.
Corolario:
- Por lo tanto si usted "participa" en una votaciones, eso es democracia.
- Los presupuestos "participativos" son democracia.
- Participar en un concurso es democracia.
Como participación = democracia implica democracia = participación
Pero se demuestra lo contrario:
- Los metecos, esclavos y mujeres no participaban, pero era democracia.
- La población griega no participaba de las decisiones de los strategos, pero era democracia.
Parlamentarismo=representativo también es incorrecto pues todo sistema representativo (como el EEUU) no es parlamentarismo.
Una de las características del "parlamentarismo" es la elección del ejecutivo por el legislativo, en el sistema norteamericano no sucede así, por lo tanto no es "parlamentarismo"
Las verdades incontestables son:
1) "democracia" es la forma de gobierno de la antigua Grecia, y todas las que se le parezcan en su esencia. Nos guste o no, creamos que había o no había participación, ellos lo inventaron y ellos le pusieron el nombre.
2) "democracia representativa" es la forma de gobierno de Norteamérica, le guste a usted o no el nombre, lo considera apropiado o no, ellos inventaron el sistema y ellos le pusieron el nombre.
Así como que igual no le gusta el nombre "automóvil" porque un barco también se mueve solo y un barco no es un coche. O no le gusta el nombre "waterpolo" porque no se meten con los caballos en el agua. O no le guste el nombre "teléfono" porque una radio también emite voces lejos.
"democracia" no es participación, ni poder del pueblo, ni fuerza del demos. Es simplemente la forma de gobierno en Atenas, y aquellas formas de gobierno que se le parezcan en lo fundamental.
Cuando digo que el nombre no es importante me refiero a que todo esto de darle vueltas al nombre es un entretenimiento intelectual pero el objetivo no es entretenernos o hacer una disquisición filosófica sobre el origen y significado de las palabras. Lo importante es la acción, conseguir conquistar la libertad política y mantenerla mediante la instauración de unas instituciones no utópicas que garanticen esa libertad.