"Hombre afro-americano de entre 25 y 35 años escapa de la policía por
una autopista de Wisconsin en un coche rojo a toda velocidad.
Finalmente choca contra un coche patrulla, sale corriendo, salta la
valla de la autopista pero es reducido por 6 agentes ". Los
informativos de las cadenas de televisión siempre encuentran tiempo en
el apretado espacio mediático para narrar noticias como ésta
acompañadas de imágenes tomadas desde un helicóptero de una cadena
local. También encuentran tiempo para emitir profundas reflexiones y
reportajes de 5 minutos sobre cómo mantener la línea en epoca de cenas
de empresa o sobre cómo encontrar el mejor regalito para los amigos
invisibles del trabajo. Personalmente, no es que sea insensible a los
triunfos de la preparada policía de Wisconsin sobre un malvado
delincuente local o que no me preocupe mi figura en tiempo de excesos
navideños, pero cuando veo noticias como estas pienso: ¿no ha pasado
nada más hoy? ¿se han visto obligados los servicios informativos de
Tele5, Antena3 ... o de las televisiones públicas, a llenar el tiempo
de cualquier manera? ¿O quizás convive entre nosotros una colonia muy
numerosa de inmigrantes de Wisconsin que yo desconocía?
Creo que no sería demasiado complicado encontrar noticias más
interesantes que estas en plena era de la información. Hace unos días,
la Campaña Ropa Limpia se hacía eco del derrumbe de la fábrica That's
It Sportswear Ltd. a 15 kilómetros de Dhaka, en Bangladesh, en el que
han muerto 28 personas. La repercusión mediática de esta noticia ha
tendido a cero en los medios de masas. Ya se sabe que Asia queda
lejos, que vive mucha gente, y que las noticias tienen interés en
función de la proximidad o de las conexiones con la realidad cotidiana
del público. Alguien podría pensar que los programas informativos ya
están llenos de desgracias más cercanas y que no se puede estar al
tanto de cada accidente puntual que sucede al otro lado del mundo.
Pero resulta que la noticia no puede calificarse de anécdota ni es tan
lejana como pueda parecer. Que la gente muera en las fábricas de
Bangladesh mientras está trabajando es un hecho desgraciadamente
usual. La extrema precariedad de las fábricas y talleres bengalíes ha
convertido la industria de este país en una fuente inagotable de
catástrofes laborales. En 2006, un incendio en la fábrica Chittagong
mató a 50 trabajadoras y trabajadores e hirió a 100 más. El mismo año,
el derrumbe del Phoenix Building, acabó con la muerte de 19 personas y
con 50 más heridas a las que habría que añadir las trabajadoras de la
factoría del Imam Group, que sintieron la explosión y sufrieron las
consecuencias de una huida desordenada de unas instalaciones no
preparadas para este tipo de emergencias. Estos son los últimos
capítulos de una larga serie que se inicia a los 80. 12 personas
muertas en Agosto de 2000 en el incendio de Globe Knitting, 48
personas muertas en noviembre de 2000 en el incendio de Sagar
Chowdhury Garment Factory (entre ellas 10 niños), 24 muertos y más de
100 personas heridas en el agosto de 2001 en Macro Sweater, 9 muertos
y más de 50 personas heridas en Mayo de 2004 en Misc Complex...
La causa directas de estos desastres es la dejadez en las medidas de
seguridad en las fábricas y en los alojamientos de las trabajadoras.
Las habitaciones donde se amontonan las obreras suelen pertenecer a
las empresas y se encuentran pared con pared con los centros de
trabajo. No cumplen las más mínimas medidas de seguridad ni de
salubridad. Las trabajadoras provienen de las zonas rurales y, lejos
de sus familias, no cobran suficiente para pagar otro tipo de
vivienda.
Uno de los casos de hundimiento en el que la Campaña Ropa Limpia logró
cierto eco mediática fue el de la fábrica Spectrum, en las afueras de
Dhaka. En el año 2002, el propietario de la fábrica decidió añadir un
piso al edificio de 4 plantas. Unos días antes del derrumbe, las
trabajadoras advirtieron algunas grietas en las paredes de la quinta
planta y el 11 de abril de 2005 a la una de la madrugada, todo el
edificio cayó. El accidente causó la muerte de 64 personas y heridas a
otras 70, aunque la inmensa mayoría de ellas terminaban su jornada
"oficial" a las seis de la tarde.
A pesar de la recurrencia de los casos y la cantidad de tragedias
personales y familiares acumuladas, hay quien podría defender que
estas noticias se producen en una zona muy alejada y que no hay una
conexión que las haga interesantes para el público no especializado.
Pero estaría equivocado de largo. En su página web (que dejó de estar
operativa sólo dos días después de la tragedia), la empresa bengalí
That's It afirmaba tener entre sus clientes a Inditex (grupo
propietario de Zara, Bershka, Pull and Bear ...) , H&M y Carrefour
entre muchas otras empresas occidentales menos conocidas. Es decir,
muchas y muchos de nosotros podemos tener en el armario o en el cubo
de la ropa sucia alguna pieza de ropa hecha por personas que están
arriesgando su vida a diario en las factorías inseguras e insalubres
de Bangladesh.
¿Es el poder económico de las empresas implicadas lo que limita la
circulación de estas informaciones? O los propios medios se
auto-censuran para no buscarse problemas? ¿Es cuestión de investigar
quién paga la publicidad? Más de una vez he oído a periodistas de
medios de "desinformación" de masas argumentando que con los
informativos también se busca audiencia y que, en consecuencia, las
noticias que salen son un reflejo de lo que la gente pide. Me cuesta
creer que a mi vecino de segundo tercera, a Cristina de la frutería, a
mi peluquero o a la quiosquera que me vende el periódico, les interese
más una persecución en Wisconsin que la penosa realidad que viven, día
tras día, las personas que hacen las prendas que hay en los
relucientes escaparates de nuestras avenidas. En cualquier caso, como
"gente" que soy, iré con cuidado con lo que pido.
Albert Sales i Campos es Profesor de Sociología de la UPF y
coordinador de la Campaña Ropa Limpia en SETEM-Catalunya.
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Cuando una persona padece delirios se le llama locura; cuando muchas
personas padecen de un delirio, se le llama religión.
Pensando como un burgués vivirás como un esclavo.
Salud y Libertad.